AGUSTÍN GERÓNIMO RUANOJuan Manuel de Rosas y la Revolución de 1833

Lote: 240

Detalles

AGUSTÍN GERÓNIMO RUANO
Juan Manuel de Rosas y la Revolución de 1833. Buenos Aires.

Excepcional documento histórico escrito por un testigo de los hechos, quien los relata y analiza con una visión que trasciende el encono manifestado entre el gobierno al mando del general Balcarce y las fuerzas disidentes, aupadas por el Restaurador de las Leyes, el general Juan Manuel de Rosas, quien al momento del inicio de la sublevación se encontraba en el Río Colorado conduciendo la Campaña contra los indios. Ex colección Rafael Schiaffino, ex colección Augusto I. Schulkin. Schiaffino reprodujo este manuscrito en la Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay -tomo XIV, año 1938-, y también en forma de apartado, en un folleto de 46 páginas titulado “Rosas y la Revolución de 1833”, con un texto introductorio de su autoría.

Forman este tesoro 18 hojas manuscritas en ambas caras, más la Portada, también manuscrita en tinta ferrogálica. Les informamos a los interesados que disponemos de la trascripción completa del documento.

Sus reflexiones hoy sorprenden por la agudeza. Por ejemplo, juzga con rigor la actitud de Rosas aliándose de forma pública a los disidentes, puesto que -opina- de haberse declarado a favor del gobierno pidiéndole a sus amigos que depusieran las armas, habría acabado con la revolución, y caído Juan Manuel Balcarce, reconoce que aquel no estuvo a la altura del título de Restaurador de las Leyes y columna de la Libertad: “Cuando hay obediencia a las legítimas Autoridades y respeto a las leyes -sostiene A. G. Ruano-, entonces es cuando hay libertad: pero cuando no hay, ni uno ni otro, en vano tenemos el nombre de República, la Libertad está lejos de nosotros (…)”.

De origen malagueño, Ruano se educó en Buenos Aires egresando de su Universidad en la carrera jurídica en 1831. En aquel tiempo se requerían tres años de cursado y otros tres de práctica, labor que cumplió en el estudio de Valentín Alsina que, graduado tan solo tres años antes, ya gozaba de un sólido prestigio. Pensemos que apenas un año después de haber obtenido su título, Alsina publicó aquí en Montevideo su discurso sobre la pena de muerte, de la que se declaraba partidario. (Ver lote 177.)

El documento nos trae al presente la llamada Revolución de los Restauradores, que ubicó otra vez en el centro de la escena política de Buenos Aires a Juan Manuel de Rosas, quien se había alejado del gobierno disgustado porque si bien fue reelecto, no se le había otorgado la suma de los poderes públicos. En esas circunstancias le sucedió el general Balcarce, patriota de rica foja de servicios, expresión cabal del sector moderado de los federales.

Con este militar en el gobierno de Buenos Aires -de la ciudad y su campaña-, y Rosas al mando de una expedición contra la indiada, los jóvenes intelectuales -entre ellos el propio Alsina y Ruano-, disfrutaban de una primavera circunstancial, bien lo explica el autor de este manuscrito donde relata el movimiento revolucionario que convulsionara a la ciudad desde el 12 de octubre de 1833. El gobierno se había enfrentado a un periódico llamado “El Restaurador de las Leyes” y aplicando la libertad de prensa por sus excesos, fue clausurado. Aquel día Buenos Aires apareció empapelada con la leyenda impresa: “Hoy juzgan al Restaurador de las Leyes”, como si lo hicieran con Juan Manuel de Rosas. El mensaje se coronó en un alzamiento popular, revuelta que originó la caída de Balcarce el 4 de noviembre de 1833 y el nombramiento de Juan José Viamonte en su reemplazo, encabezando un gobierno débil que, tras varios intentos de renuncia, fue sustituido por un breve interinato de Maza y el retorno triunfal de Juan Manuel de Rosas con la suma de los poderes públicos.

Advirtiendo lo que se venía, el autor del documento que ofrecemos, aludió a la grieta que hoy sigue dividiendo a los argentinos. El 22 de noviembre de 1833, hace más de ciento noventa años, escribió: “Pueblo Argentino un abismo entre nosotros; si no se cierra, todos nos hundiremos en él. Todos sabemos el lugar donde se halla: no hay ignorancia corramos pues a cerrarlo, la salud de la Patria lo quiere”.

Precio base

USD1,000

Valor estimado
USD 1200 -
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