Se me ha solicitado examinar una formidable pieza hallada recientemente en Montevideo, titulada: «Historias de cronopios y de famas (París, 1952)» y en mi carácter de librero anticuario y de coleccionista e investigador de la obra de Julio Cortázar, puedo afirmar sin lugar a dudas, que se trata de un original del autor, mecanoscrito de extraordinaria trascendencia. Por Lucio Aquilanti.
