La Guerra del Paraguay —también conocida como Guerra de la Triple Alianza, Guerra Guazú o Guerra del 70— fue un conflicto armado que enfrentó a la República del Paraguay contra el Imperio del Brasil y las repúblicas Argentina y Oriental del Uruguay. Su origen inmediato fue la guerra civil desatada en Uruguay tras el alzamiento en armas del Gral. Venancio Flores contra el gobierno de divisa blanca de Bernardo Berro, un conflicto entre orientales que pronto tomó estado internacional.
Las injerencias argentinas, cuyos líderes liberales y federales dirimían sus desacuerdos en suelo oriental —el presidente Gral. Mitre dio su apoyo a los revolucionarios colorados, mientras el Gral. Urquiza, gobernador de la provincia de Entre Ríos, hizo lo propio con los gubernistas blancos—, la amenaza de intervención militar por parte de Brasil, que tuvo su corolario en la toma de Melo y en la invasión de un poderoso contingente armado, así como el sitio y bombardeo de Paysandú perpetrado por los brasileños y los revolucionarios colorados, hicieron imposible la resistencia del gobierno uruguayo.
Dos meses después, con Venancio Flores en el poder como gobernador provisorio, se firmó en Buenos Aires un tratado secreto entre Brasil, Argentina y Uruguay que selló una alianza militar para derrocar al presidente paraguayo Mcal. Solano López, cuyo gobierno, como protesta y represalia frente a las intervenciones extranjeras en suelo oriental, había tomado cautivo al buque brasileño Marqués de Olinda y a su tripulación, invadiendo y ocupando la provincia brasileña de Mato Grosso.
Uruguay se involucró en este conflicto —que culminó con el exterminio de la población paraguaya y el desmembramiento de su territorio— con un pequeño contingente que no llegó a sumar 4.000 efectivos, entre infantería, artillería y caballería, y que alcanzó su mayor expresión en la batalla de Yatay librada en Paso de los Libres en agosto de 1865. Al final de la participación uruguaya la división oriental no alcanzaba los 1.000 efectivos, la mitad de los cuales eran prisioneros paraguayos.
De esta guerra larga y sangrienta quedan las numerosas condecoraciones que las cuatro naciones sudamericanas otorgaron para premiar a sus combatientes, así como una rica iconografía fotográfica y una abundante documentación que dimana de la larga duración del conflicto y su proyección internacional.
Por el Lic. Alberto del Pino Menck