Por Federico Galcerán Bonasso
Puede decirse que la estirpe de los Jackson fue tan ruralista en su esencia como urbanista en su beneficencia. Pues los hermanos Jackson erigieron en Montevideo edificios e iglesias de estilo gótico, renacentista, barroco y neoclásico proyectados por los mejores arquitectos de la época, como Víctor Rabú y Luigi Andreoni, destacándose algunos íconos de la capital uruguaya, tales como la colosal iglesia del Sagrado Corazón, la Capilla Jackson —una réplica de la Sainte-Chapelle destinada al culto familiar— y el Palacio Buxareo-Jackson, actual sede de la embajada de Francia.

Lote 349. “Visitación de María.” Colección Elina Gallinal Castellanos de Eguilez.
Este magnífico edificio florentino-renacentista mucho dice de su propietaria, Sofía Jackson, que junto a su marido Félix Buxareo recorrería Europa entre 1876 y 1881 y adquiriría allí, para su nuevo hogar, muebles, objetos decorativos e importantes piezas de pintura religiosa, algunas de ellas, incluso, bendecidas por el Papa León XIII en audiencia privada. Durante este periplo Sofía sería, además, la artífice de la decoración de la histórica Quinta de Larrañaga, dónde entonces vivía su hermana Clara. La correspondencia recibida desde Paris nos habla de una coleccionista por demás exigente:
“En junio iré a Londres a comprar tus muebles de sala y las estufas. Dime cuántos centímetros deberá tener la estufa de mármol. No encuentro nada que ni se acerque a nuestro gusto, en muebles de comedor. Los ingleses ya los conoces. Los franceses son una miseria. Todo el lujo consiste en las cortinas, espejos, maderas talladas, pero nada muy bonito.”

Lote 350. “Virgen con Niño Jesús y San Juan Bautista”. Colección Elina Gallinal Castellanos de Eguiluz.
Con Elena Jackson desempeñándose como traductora para Don Bosco, a manera de ejemplo, los libros tuvieron también un lugar destacado en las colecciones familiares. En la biblioteca del Palacio Gallinal, réplica de la de Versalles, se custodiaba una primera edición del Tabaré autografiado por Juan Zorrilla de San Martín, íntimo amigo del Dr. Alejandro Gallinal, fundador éste de la Sociedad de Arqueología y poseedor, en su residencia, de un museo con objetos pertenecientes a los charrúas.
Con vistas a la Avenida 18 de Julio, y en cuya sala principal de la planta de honor se encontraba el piano Steinway de Elena Heber de Gallinal, alrededor del cual se reunía la familia, el palacio se enfrentaba al Museo del Gaucho y al Palacio Brasil, propiedades de su cuñada y de su hermano Arturo, un francófilo que hacia 1920 vivía en París y también construiría aquí grandes obras como el Parador Tajes y la Estancia Santa Clara, un auténtico palacio rural cuyos materiales había importado de Europa.

Lote 338. Jacob Philipp Hackert. Colección Elina Gallinal Castellanos de Eguiluz.
Tales precedentes familiares hicieron de Alejandro Gallinal Heber un auténtico mecenas y connoisseur que apadrinó a los españoles Pablo Serrano Aguilar y Miguel Echauri, fue miembro de la Comisión Nacional de Bellas Artes, instituyó becas para jóvenes artistas, encargó obras a jóvenes pintores italianos durante sus viajes y dio lugar a su amigo José Luis Zorrilla de San Martín para la realización de intervenciones arquitectónicas en Santa Clara.

Lote 345. Juan de Arellano. Colección Elina Gallinal Castellanos de Eguiluz.
Con un círculo de amistades que incluían desde escritores como Benavente y Unamuno, los Habsburgo hasta el ministro de educación español Joaquín Ruiz-Giménez, Alejandro tuvo un acceso inigualable al mercado artístico europeo. Sumando a la colección de artes decorativas de su familia, excepcionales piezas de platería, armas y pintura medieval, flamenca, impresionista y española de los siglos XVII en adelante, algunas de ellas ilustradas hoy en las páginas del catálogo de la subasta del próximo día 26 de mayo de 2021.